Por: José Antonio Alcaraz
Es de locos decir y creer que, bañándote con agua fría dejaras de enfermarte, incluso de la gripa. Cada vez que hago esta afirmación, muchas personas suelen llamarme “loco” (y créanme que lo estoy), pues suele ocurrir un choque interno de creencias (aún no desafiadas o cuestionadas) que en algún momento experimenté.
Quizá el título de esta columna sea muy ruidoso, pero, lo importante es llamar la atención y que bueno que estes leyendo esto. Al menos, para mí y otras personas que nos bañamos con agua fría, hemos experimentado cambios internos y fortalecimiento del cuerpo.
Esto ocurre porque desafiamos esas ideas que nos han programado social y hasta gubernamentalmente (no crean todo lo que dice el gobierno, sobre todo en materia de salud) de la fragilidad del organismo ante el frío. Por el contrario, el frío trae muchos beneficios, el principal es el INCREMENTO DEL SISTEMA INMUNITARIO.
Quien lleva tiempo conociéndome sabe que tengo más de 10 años bañándome con agua fría (y sin vacunarme). Sea invierno o primavera, no importa la estación, es un hábito cotidiano que disfruto plenamente y que me da claridad, incrementa mi energía y, sobre todo, me fortalece física, mental y emocionalmente.
NO SIEMPRE FUE ASÍ
Aunque no siempre fue así. De pequeño me educaron a temerle o evitar el frío, y no concebía la idea que “bañarme con agua helada podría darme muchos beneficios como el dejar de enfermar de gripa o de las vías respiratorias”.
Fue así que me despojaron, también, de la responsabilidad y autogestión de mi salud, dejando está a “un medicamento, una vacuna y a los profesionales de salud”, muchos de ellos, por cierto, 👉 NO SABEN DE SALUD 👈 (lo digo con respeto y plena consciencia):
“La mayoría de los médicos no saben nada de salud. Solo saben de enfermedades y medicamentos, pero de salud ‘NO’. Si supieran de salud, no habría médicos barrigones, obesos y diabéticos”, una frase del gran Frank Suárez, trascendido especialista en obesidad y metabolismo a quien recuerdo con cariño y admiración (busquen sus videos en rede sociales y Youtube)
PONTE SUÉTER O TE VAS A ENFERMAR
Y sí, de niño, solía enfermar con facilidad al menor cambio brusco de temperatura, ya que llevaba a cuestas el ‘condicionamiento mecánico’ que me introdujeron de niño: Ponte suéter o te vas a enfermar.
Esa y otras ideas diseminadas en mi mente, enraizaron mis emociones y sentimientos hasta brotar en mi ser físico, es decir, enfermaba. Contundentemente, acepté esa “verdad irrefutable” en mi sistema de creencias pues lo aprendí de mi familia, me lo reforzó la sociedad y me lo repetía el sistema de salud, los gobiernos y medios de comunicación.
En la siguiente entrega abundaré sobre lo que hace el frío en detrimento de la salud (fortalece los virus) y los beneficios que trae, así como la forma de romper con los condicionamientos familiares y sociales. Has la prueba tu.
CONTINUARÁ…