Por: José Antonio Alcaraz
METEPEC, HGO.- Entre música de viento y colores de carnaval, penachos con plumas erizadas, olor a tierra nueva y un júbilo dominical, Don Firulais y Don Chuleta, dos compadres perrunos de talla chica, deambulaban plácidamente meneando la cola y olfateando a cuanta gente se les atravesaba.
Desfilaban en medio de la tierra parda de la comunidad de Tortugas, en Metepec, Hidalgo, de la que en unos meses nacerán plantas de jitomates frescos, cuando de pronto comenzaron a llover proyectiles rojos por todos lados.
La campal se armó con la jitomatiza que se realiza cada año en esta comunidad. Ahí, Firulais, el lomito de pelo güerito que asoma la lengüita y Chuleta, un salchicha cafecito, fueron parte de la fiesta popular.
En lugar de asustarse, Firulais y Chuleta comenzaron a pasear en medio de las piernas de las personas y la lluvia de proyectiles rojos que explotaban al contacto con la panza, piernas, brazos, espalda, cabeza y hasta cara.
Muchas personas recibieron sendos jitomatazos, mientras los perrunos amigos salieron ilesos. Aquí no se desperdicia el alimento como pudiese pensarse, pues la pulpa del jitomate servirá de abono para que estas tierras reverdezcan.
Con este ya van dos años consecutivos que se realiza este curioso evento en el municipio de Metepec, Hidalgo, que se ubica a 73 kilómetros de la capital hidalguense, a una hora y 15 minutos aproximadamente.
HAY VIDEO…