Redacción
Con el propósito de concernir al concubinato como una unión de hecho en condiciones de igualdad y en respeto del derecho al libre desarrollo de la personalidad, la diputada local de Morena, Sharon Macotela Cisneros, sometió a la consideración del Pleno del Congreso estatal la iniciativa que reforma el artículo 143 de la Ley para la Familia del Estado de Hidalgo.
En la exposición de motivos, la legisladora morenista explicó que en la historia de la humanidad se han desarrollado diversas formas de unión de dos personas para integrar una pareja o una familia, una de estas formas es lo que se ha denominado concubinato.
Indicó que el concubinato parece haber nacido en Roma, debido a la desigualdad de las condiciones sociales; obedecía a la unión de orden inferior más duradera, que se distinguía de las relaciones pasajeras conocidas como ilícitas.
Dijo que coexisten diferentes posiciones doctrinales acerca de esta figura, que puede ser repudiada o aceptada, y habrá quien la compare y quiera igualar al matrimonio, y quienes la censuren y la vean como una unión que va en contra de las buenas costumbres y un problema moral, por lo que aun cuando existan múltiples opiniones que están a favor o en contra, lo importante es poder ofrecer alternativas para que cada vez existan menos injusticias que se generan por este tipo de relaciones.
Añadió que es frecuente calificar al concubinato de inmoral sin mayor investigación sociológica y cultural; sin embargo, es necesario conocer a fondo qué lleva a las parejas a unirse en concubinato en la realidad social; pues de las causas prevalecen situaciones económicas, culturales, religiosas y sociales.
Destacó que se debe reconocer que, en la actualidad, hay un número creciente de personas que deciden tener vida en pareja y formar familia, por lo que es primordial precisar criterios respecto al concubinato adoptados por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Subrayó que el reconocimiento de la diversidad de la familia amerita una revisión crítica del modelo familiar rígido que se encuentran en nuestras normas jurídicas, hoy en día, vemos un reflejo transformador muy amplio, “por lo que como legisladoras y legisladores no podemos dejar pasar del lado en nuestro actuar esa protección a de los derechos humanos como el factor clave para el abandono de normas que protegen un único modelo de familia y que niegan autonomía a ciertas personas para la distribución de manera desigual las cargas y los beneficios de la vida familiar”.
Dijo que reconociendo la pluralidad en que puede conformarse una familia, en nuestra facultad que tenemos para legislar con perspectiva de género en este caso sobre el tema de relaciones familiares, no podemos transgredir los principios de igualdad y no discriminación derivada de los parámetros convencionales y las obligaciones adquiridas por el Estado Mexicano y reforzar el reconocimiento de nuestra Constitución Federal, máxime cuando dichos principios inciden directamente en la dignidad de las personas.