- Se sumó al equipo de Protección Civil Javier Cuevas, con amplia experiencia en combatir incendio forestales entre otros desastres, aportó su asesoría y apoyo.
El incendio se detectó el día 5 de mayo cerca del medio día, en el Cerro Sagrado, también conocido como “Cerro Brujo”.
Ante la primera alerta de fuego, el Presidente Municipal organizó un equipo inicial de respuesta integrado por la Unidad Municipal de Protección Civil y Policía Municipal, que acudieron al lugar para combatir el fuego y evaluar la situación.
Como parte de éste grupo, el edil fue acompañado Javier Cuevas a quién designó para coordinar y auxiliar en el análisis de situación.
Durante las primeras horas del incendio activo se presentaron rachas ascendentes de viento, que alimentaron rápidamente las llamas por la localización en la cima de la montaña boscosa, por ello el Presidente Municipal decretó la sesión permanente del Consejo Municipal de Protección Civil, como ordena la ley correspondiente.
Al concluir la evaluación inicial el Consejo Municipal acordó que solicitar el siguiente nivel de respuesta, por lo que arribaron agrupamientos del Ejército Mexicano, Bomberos Forestales de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recusos Naturales de Hidalgo (SEMARNATH), Protección Civil Estatal y Municipal, Policía Estatal, y Brigadas Comunitarias integradas por voluntarios ciudadanos. El Presidente Municipal ordenó a todas las áreas del Ayuntamiento integrarse a las brigadas y al soporte logístico de la operación.
Se integró el Comando de Incidente con todo el equipo técnico de las distintas dependencias mencionadas para recorrer el área afectada y amenazada, y evaluar el estado real. Dentro de la primera evaluación de condiciones y sesión de comando se analizó en conjunto la estrategia general de combate, incluyendo la posibilidad del empleo de helicópteros con helibaldes para la extinción por vía aérea.
En su explicación, Javier Cuevas mencionó que en las condiciones actuales no era factible el empleo de helicópteros porque independientemente de los costos monetarios, debía considerarse la zona de abastecimiento de agua para los helibaldes, ya que se requieren condiciones específicas de profundidad, claro en largo y ancho para hacer la aproximación de la aeronave y suficiente espacio de arrastre para el llenado; adicionalmente las condiciones de altura (techo de vuelo y margen de seguridad de la aeronave), además de las condiciones de la montaña escarpada para arrojar el agua, puesto que de hacerse a mayor altura no sólo no es efectivo, si no que la dispersión (tipo aerosol) puede producir el el efecto contrario y contraproducente, oxigenando el incendio y avivar su intensidad provocando que las llamas se extendieran porque existen árboles de muchos metros de altura, así como cañadas abruptas que podrían enviarlo a zonas de mayor inaccesibilidad (zona de El Estribo, por ejemplo).
Destacó que, un alto riesgo de un inadecuado e inoportuno empleo de helicópteros podría saturar de agua las laderas verticales y producía el riesgo de derrumbe masivo sobre carretera y otras áreas débiles, ya que incluso sólo por el incendio ya al momento había derrumbe en una porción importante de la carretera principal.
El comando conformado por las dependencias estuvo de acuerdo en el análisis de riesgo y factibilidad, por lo que se decidió en conjunto mantener la estrategia de abrir brechas cortafuegos y en la medida de lo posible mantener el combate directo. La presencia de los vientos y sus corrientes ascendentes del Norte-Noreste principalmente por la noche fue el mayor desafío porque alimentaba el fuego se dirigía hacia la zona de mayor riesgo de extensión (El Estribo). Por ello los trabajos buscaban cerrarle el paso al fuego y dirigirlo a las cañadas donde el equipo combatiente tenía mejores condiciones para confinarlo y liquidarlo.
Los vientos mencionados produjeron el efecto de hacerlo más visible desde la población de Tenango, lo que como efecto colateral generó inquietud de la población, lo que llevó a un sector de la población a reunirse en el Palacio Municipal para solicitar información debido a la preocupación que tenían por el riesgo que pudieran tener los voluntarios y posibilidad de afectación al poblado. Alguna publicación de un ciudadano mencionó la disponibilidad de helicópteros listos para llegar generó desinformación y ánimos encontrados, por lo que los ciudadanos reunidos también pedían saber la razón por la que no se había aceptado el ofrecimiento.
El Presidente Municipal acudió a informar acompañado de su equipo de expertos y líderes de las corporaciones presentes.
Javier Cuevas en el uso de la palabra, aclaró al respecto “Un ciudadano dijo que en Puebla tenemos helicóptero listo», para que no digan que lo ofreció Puebla y no hay, el señor Presidente, me consta, habló con autoridades de el estado de Puebla y le respondieron que el ciudadano de la publicación no representaba oficialmente al gobierno poblano, y que no tenían disponibilidad de helicópteros ya que tenemos incendios acá y no podemos prestarlos”.
Añadió que el manejo aéreo de una conflagración forestal no es una cosa fácil, es muy complejo. No tiene que ver con incapacidad de autoridades ni con costos, son cuestiones técnicas muy específicas.
Ante este suceso se llamó a la no politización de un desastre natural que afecta a todos, pues la presencia de los tres niveles de gobierno estuvo en coordinación desde el minuto uno, sumando esfuerzos, cada uno en sus posibilidades, para lograr sofocar el fuego al 100 por ciento.
Las autoridades presentes reconocieron el trabajo de liderazgo y organización realizado por el Ing. Erik Mendoza, Presidente Municipal de Tenango de Doria, ya que su presencia en cada una de las zonas críticas durante todo el día y noche, permitieron acordar decisiones efectivas entre todos los integrantes.