Por: Ricardo Calleja
PACHUCA, HGO.- Tras terminar sus estudios universitarios, Araceli González Martínez, una joven de Pachuca, se encontró con la cruda realidad de la falta de empleo. Es licenciada en Administración y Gestión Empresarial por la Universidad Politécnica Metropolitana de Hidalgo (UPMH).
Esto no fue impedimento para poner en práctica sus conocimientos y habilidades, por lo que decidió emprender y fue así como invirtió sus ahorros en una tienda de abarrotes y recaudería ubicada en la avenida Ayuntamiento en el Fraccionamiento Colosio.
«Todo lo que hay en la tienda es mucho esfuerzo, me siento orgullosa de mí misma, porque soy creyente de que si no hay puertas abiertas, tenemos que ir y abrir la ventana», contó en entrevista con El Cardinal.
LA FALTA DE EMPLEO FORMAL EN HIDALGO, PROBLEMA CRÓNICO
Durante el 2023, Hidalgo ocupó los primeros lugares a nivel nacional de personas ocupadas, sin embargo, el 68 por ciento, en promedio, se encuentra en la informalidad laboral, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en su Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), lo que significa que no tuvieron acceso a seguridad social y menos a prestaciones.
Tan solo en Pachuca, se tiene una informalidad laboral del 52.8 por ciento, revela la ENOE quien también precisa que la tasa de ocupación en el sector informal alcanza el 29.2 por ciento, lo que ubica a la capital entre las tasas más altas del país en este rubro.
Estos números se comprueban con el testimonio en su sentido triste que nos comparte Araceli, quien señala que algunos de sus compañeros, al no encontrar trabajo, optaron por estudiar una maestría.
«Enfrentarse a la realidad es duro porque te das cuenta que no sólo eres tú, si de tu generación salieron 100, significa que hay muchos egresados que buscan trabajo y no hay», señala.
Incluso comparte que sus compañeros también optaron por emprender: «unos tienen negocio de uñas, otros venden fundas para celulares y les va un poco bien pero es precisamente la visión joven de buscar la forma de superarnos, si no hay oportunidades, hay que crearlas nosotros», enfatiza.
Salir a otros lugares no es opción. Tiene la confianza en su ciudad en donde hay las condiciones para salir adelante, porque, asegura, el esfuerzo es la base para progresar.
SU FAMILIA Y AMIGOS, FUENTE DE MOTIVACIÓN
González Martínez ha encontrado en su familia la fuente de motivación para no darse por vencida ante los retos de la vida, toda vez que desde los 12 años ha buscado la forma de trabajar.
Relata que su familia también se dedica al comercio. Tras salir de la universidad, sus papás le dijeron que si ella se lo proponía, podía hacer algo por su cuenta: «me preguntaron qué era lo que quería y pude decir que un viaje o un teléfono, preferí iniciar un negocio».
Con orgullo, presume que tiene amigos desde los 15 años quienes al enterarse de su negocio, fueron a hacerle compras para ayudarla. «Hay uno que vive en San Cayetano, ahí hay tiendas, pero el 24 de diciembre vino hasta Colosio a hacerme gasto, por eso dicen que es importante estar rodeados de buenas personas».
Las ganas de superarse la han llevado por varios caminos y uno de ellos fue aprender a hacer bordados, una herencia de su abuelita y mamá, quienes son originarios de Naupan, un municipio enclavado en la Sierra Norte de Puebla.
NO RENDIRSE, LA CLAVE
Busca inspirar a los jóvenes de su generación, porque la idea es seguir adelante, “es difícil pero la clave es no rendirse”. Su negocio, Abarrotes «Martínez», inició el 20 de noviembre pasado en la zona frecuentada por muchos estudiantes, por hallarse cerca del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.
Menciona que en la primera semana, la mayoría de los clientes se los enviaba su madrina, quien tiene un negocio de venta de pollos al lado de la tienda. Actualmente lleva dos meses sin que obtenga ganancias porque todo lo vuelve a invertir.
«Cierro una vez por semana porque no estaba acostumbrada a este estilo de vida, antes me levantaba a las 4 de la mañana y a las 10 de la noche ya estaba dormida; ahora es diferente, inicio a la misma hora pero a las 11 de la noche sigo en la tienda, ahí están mis ganas de triunfar», enfatiza.
Como ella, al cierre del tercer trimestre de 2023, el 60.9 por ciento de los capitalinos tienen participación económica, sin embargo, el porcentaje es agrio al considerar la informalidad laboral, donde se encuentran desde las tiendas de abarrotes hasta el ambulantaje, otra consecuencia que abunda en la Bella Airosa.