Por: José Antonio Alcaraz
Todos, absolutamente todos en algún momento de nuestras vidas hemos vivido experiencias poco agradables, desengaños y rupturas, buscando, para sanar, cerrar ciclos, ya sea con una expareja, un familiar, amigos, personas, algún centro de trabajo o hasta un lugar que nos trajo experiencias poco agradables. ¿Sí o no?
A mí me ha pasado muchas veces y aunque ha sido doloroso, no me ha quedado otro camino que la aceptación… a veces con resistencia. Ese ha sido el único camino que he tenido que seguir. Sin embargo, para calmar mis aguas, me valí de métodos que creía factibles para cerrar esos ciclos:
Hablar con amig@s, escuchar música, emborracharme o, simplemente, guardaba silencio, en mi Sol-Edad, para olvidar y dejar que el tiempo me sanara. Hoy comprendo que entre más me presionaba y esforzaba por cerrar esos ciclos, más sufría, pues, me llenaba de emociones negativas queriendo lograr lo imposible: el borrón y cuenta nueva.
IMPOSIBLE CERRAR CICLOS CON ALGUIEN
Y sí, es imposible cerrar un ciclo a continuación te lo explicaré: Una vez que tienes un contacto con una persona, un lugar o situación, ese contacto ‘por mínimo que sea’ impacta tu vida física, energética y mentalmente.
Por ejemplo, el poder del impacto con una pareja con la que estuviste años es brutal, pues esa persona modificó ampliamente tu vida y tú la de ella. Por eso es imposible cerrar ciclos, siempre habrá algo que viva en ti y tu en esa persona.
CULPAR A ALGUIEN ES LA ATADURA ‘MÁS RUÍN’
La forma más ruin y mediocre de mantener a una persona en tu vida, a nivel inconsciente, es culparla o culparlo por algo que vivieron. Es decir, odiarla por lo que pasó o simplemente hacerte de técnicas de manipulación para echar la culpa de situaciones, ya que estas culpas buscas, inconscientemente, atarla a ti.
Y ahora ¿qué hacer? Lo más prudente, único y sano es PURIFICAR CICLOS. Claro, sin menospreciar el trabajo terapéutico que puedes encontrar en una persona, libro o experiencia, pues son valiosas, diría yo MUY VALIOSAS, de las cuales he echado mano hasta este momento.
En septiembre de 2022, con el corazón, alma y mente destrozada, tuve que ir de urgencia a un retiro de transformación en “La Montaña” (Tenancingo, Estado de México), con una de las personas vitamina más increíbles que conozco: Ricardo Perret.
Él escribió en su libro “La Montaña” Volumen 1, un método dictado por el ser de su espíritu un método para PURIFICAR ESPIRALES, una visión distinta a la convencional que tenemos de cerrar ciclos. Desde luego que, en ese retiro me recordó esa enseñanza que está en su libro, el cual los puedes descargar GRATIS desde su página web (https://www.centrodetransformacion.org/) y que desde luego, se los recomiendo.
PURIFICAR ESPIRALES
Una vez que un ser humano entra en contacto con otro ser humano ‘se abre una espiral que jamás se cerrará’. Esa persona siempre vivirá en ti y habrá impactado tu vida para siempre. De igual manera tú siempre vivirás en esa persona y habrás impactado su vida para siempre.
Aunque el contacto dure por algunos segundos, la espiral con esta persona se abre y jamás se cierra. Se abren espirales, incluso, con personas que conoces al pasar, que alguien te presenta o que ves a lo lejos.
En algunos casos las espirales que se producen con el contacto con otras personas se mantienen puras, pero en muchos otros casos las espirales presentan impurezas.
Para purificar las espirales con cualquier otro ser humano con el que hayas tenido contacto y con quien sientas que las emociones están contaminadas, tienes que abrir tu campo de visualización:
1. Cierra los ojos, respira profundamente unas cuatro o cinco veces. Una vez relajado dirás mental o expresamente las siguientes palabras imaginando que cada nivel (espiritual, corporal y mental) representa un lado del triángulo:
a) Nivel Espiritual
Gracias por todo lo que fuiste conmigo.
Gracias por todo lo que yo fui contigo.
b) Nivel Corporal
Gracias por todo lo que sentí y experimente contigo.
Gracias, por todo lo que sentiste y experimentaste conmigo.
c) Nivel Mental
Gracias por todo lo que hice y pensé contigo.
Gracias por todo lo que hiciste y pensaste conmigo.
2. Una vez dicho esto, vas a encerrar el triángulo en un círculo con estas palabras:
De ti para mí, así todo tuvo que ser.
De mí para ti, así todo tuvo que ser.
Sentir gratitud por esas experiencias del pasado te sanan y te ayudan a liberar, porque liberarte te hace avanzar.
GRACIAS