Por: José Antonio Alcaraz
Una disculpa. Por fin tuve un espacio para continuar y concluir este tema que hace unas semanas compartí contigo. La verdad he tenido mucho trabajo, muy bueno, por cierto; pero, como algunos saben, para escribir esta columna me tomo mi tiempo y sobre todo, relajo el canal creativo, si no, no más no salen las palabras (que pinshi dramático soy, es broma).
Bueno, retomando esta tercera parte de mi maestría en enredos emocionales, les prometí que hablaríamos de unos GRANDES MAESTROS que siguen siendo inspiración en mi vida. Su forma de ver, hacer y vivir en el mundo es única y francamente, hacen que me sienta muy honrado cuando me han comparado o hasta tratado de insultar comparándome con ellos.
Hablo de LOS PERROS. De esas mascotas peludas hay mucho que aprender, por eso digo que son maestros. Si bien, ellos no tienen un sistema racional “tan complicado” como el de los humanos, sí tienen algo que ayuda a serenar esos mares de caos que crean tormentas en nuestras cabezas. Me refiero al CORAZÓN, y no precisamente al tejido muscular que bombea sangre a todo el cuerpo.
“Los perritos son seres entrañables y leales, son más que simples compañeros; en ellos, hay una pureza espiritual que trasciende las palabras. Si observamos con atención, podemos descubrir en ellos cualidades espirituales que nos inspiran y nos enseñan lecciones de amor incondicional, compasión y conexión con lo divino”.
En la mirada profunda de un perro encontramos un reflejo de la bondad pura y la inocencia. Su lealtad inquebrantable nos recuerda el valor de permanecer fieles a nuestros seres queridos, incluso en momentos difíciles.
AQUÍ LA CLAVE: Tienen una disposición para PERDONAR y OLVIDAR. Un claro ejemplo de cómo dejar ir el resentimiento y abrazar la paz interior. Y eso desenreda cualquier caos mental. ¿A poco esto no es digno de una maestría?
La compasión de un perro es un regalo que nos ofrece sin reservas. Ellos no juzgan, no discriminan; simplemente están presentes para consolarnos en nuestras penas y celebrar nuestras alegrías. Su capacidad para percibir nuestras emociones y responder con empatía nos hace sentir comprendidos y amados en un nivel profundo.
En los momentos de más caos mental en tu vida, trátate como si fueras un perro o, si tienes esa dicha de compartir tu vida con uno de ellos, pues aprovecha, observa y agradece. Incluso, puede ser otra mascota (todas son mágicas), aunque en esta columna la atención es hacia los caninos.
La conexión espiritual que los perros tienen con el mundo que los rodea es verdaderamente asombrosa. Son capaces de percibir energías sutiles y responder a ellas de manera intuitiva. Su instinto para detectar peligros, sanar a los enfermos y brindar consuelo a los afligidos nos recuerda la existencia de fuerzas más allá de nuestra comprensión racional.
ELLOS NO BUSCAN RECONOCIMIENTO NI RECOMPENSA MATERIAL
En la entrega desinteresada de un perro a su dueño, encontramos un ejemplo de desapego y altruismo. Ellos no buscan reconocimiento ni recompensa material; SU MAYOR FELICIDAD RADICA EN SIMPLEMENTE ESTAR CON QUIENES AMAN.
En su capacidad para vivir plenamente el MOMENTO PRESENTE, nos enseñan la importancia de dejar de lado las preocupaciones del pasado y del futuro, y sumergirnos en la belleza del ahora.
En resumen, los perros son seres espirituales que nos guían con su amor incondicional, compasión y sabiduría intuitiva. Al abrir nuestros corazones a su influencia, podemos aprender valiosas lecciones sobre cómo vivir una vida más plena y conectada con lo divino. Todo eso le llamo EL LENGUAJE DEL CORAZÓN.
En mi vida he tenido grandes maestros que me han enseñado, incluso, sin decir una sola palabra. GRACIAS y aunque ellos no lean ni entiendan racionalmente estas palabras, se las dedico con mi intención, en especial a La Max, “La perrita más mielosa del mundo mundial” que siempre me recibe con un amor increíble. ¿A poco no te gustaría ser un perro?
PD. ¿PARA QUÉ REZAR A ÁNGELES Y ARCÁNGELES, entidades que solo maman energía de nosotros (son zánganos) a través de plegarias, suplicas y rituales (recuerda que donde está tu atención, está tu energía), si los verdaderos y originales seres divinos encarnados están aquí con nosotros, moviendo la cola? Hay que apoyarlos, hay muchos que viven condiciones muy fuertes, en las calles o en maltrato. Si tienen oportunidad, ayúdalos con comida, atención médica o, si está en tus posibilidades, adopta.