José Antonio Alcaraz
PACHUCA, HGO.- Lisset Marcelino Tovar, diputada local de Morena, propuso que el bordado del Valle del Mezquital, conocido como «La Flor y Canto», sea considerado como Patrimonio Cultural e Inmaterial de Hidalgo.
«Los textiles bordados en el Valle del Mezquital representan una de las expresiones artísticas y culturales más importantes, no podemos dejar a un lado la importancia económica que significa la comercialización de estos productos para las artesanas y artesanos, por lo que resulta de vital importancia su protección ante los peligros de la apropiación cultural por parte de personas o empresas ajenas a la región», expresó.
La legisladora de la Cuarta Transformación dijo que, emitir esta declaratoria resulta urgente para salvaguardar el conocimiento que ha transitado de generación en generación y que tiene la finalidad de preservar la identidad y pertenencia del pueblo Hñañhú.
«Los bordados del Valle del Mezquital es uno de los distintivos que diferencia al pueblo hñañhú de cualquier otro. Los textiles, encierran un lenguaje simbólico de suma importancia debido a que, en la combinación de texturas, colores y representaciones se encuentra reflejada la historia de sus propias tradiciones y, por ende, aquello que les hace sentido y les representa, por lo que podemos decir que los textiles también dan identidad en el mundo que habitan», asentó.
Es por ello que la imagen ha sido un medio importante para mostrar más que el solo dominio de técnicas y habilidades estéticas, ya que las figuras y los colores, acomodados bajo meticulosos cálculos matemáticos, narran su vida cultural, social, religiosa, económica y política. “Por lo tanto, la imagen representa el tejido social de un pueblo y la expresión de su cosmovisión”, apuntó.
Destacó que La riqueza cultural que aportan los bordados del Valle del Mezquital adquiere mayor relevancia cuando se les sitúa en su dimensión técnica justa, la maestría en el uso del hilado, los colores y la composición, los destaca como una obra de arte en sí misma. Es decir, no solo manifiestan sus rasgos culturales a través de los textiles, sino que el producto destaca como una verdadera pieza artística.
Las prendas textiles, agregó, presentan una enorme gama de motivos decorativos, inspirados en la naturaleza viva: animales, vegetales y astros que manifiestan una manera propia de ver el mundo, su sentido de pertenencia y su relación de convivencia con la naturaleza.
Indicó que los motivos expresados en los bordados no son aleatorios, representan para el pueblo hñañhu elemento con los que han convivido a lo largo de su historia y qué además les generan sentido de identidad y pertenencia.
Mencionó que a lo largo de los años los artesanos han buscado alternativas para que la venta de sus productos se dé en condiciones más justas en cuanto a costo- beneficio. Por su parte, dijo, el gobierno ha hecho muy poco para atender la problemática en la distribución, de las artesanías, y cuando ha intervenido no han sido buenos los resultados.