Redacción
PACHUCA, HGO.- La diputada Erika Rodríguez Hernández, integrante del Grupo Legislativo del PRI, presentó una inciativa para garantizar la alimentación y educación como factores de desarrollo integral de la niñez que se encuentre en estado de orfandad por fallecimiento de su madre o padre a causa de infección del virus SARS COV 2.
“La pandemia por covid-19 y su impacto en los derechos de la niñez, ha dejado secuelas ocultas, entre ellas la orfandad.
Se trata de una situación grave, ya que la repentina muerte de uno o ambos padres a dejado a las y los menores en estado de indefensión, lo que tiene como consecuencia la deserción escolar, el incremento del trabajo infantil relacionadas con la red de narcotráfico, el reclutamiento ilícito por grupos armados y la trata de personas, así como adicciones, embarazo infantil y, en algunos casos a vivir en condición de calle”, refirió la diputada priista.
La diputada local por el distrito VIII, señaló “una vez más, el adultocentrismo en la sociedad operó para hacer sentir y pensar que todo lo que sucedía, tenía que ver con el mundo adulto: se discutía, planeaba y decidía desde esta mirada, donde se pudo apreciar que niñas, niños y adolescentes no tuvieron acceso a información oficial dirigida a ellas y ellos; tampoco a pruebas, medicamentos o vacunas”.
Erika Rodríguez, argumentó que “México hasta el pasado 22 de septiembre, se colocaba como el tercer país a nivel mundial en cuanto al número total de menores que quedaron en orfandad, debido a la muerte de sus madres, padres o tutores por Covid-19, con 244 mil, 500 casos, según se indicó en un análisis publicado por el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República”.
Finalmente, Erika Rodríguez exhortó a las legisladoras y legisladores, “Reitero, como lo he hecho cada vez que subo a Tribuna: la niñez es el presente que nos mira y el futuro que nos juzgará. Se tiene que garantizar el pleno ejercicio de sus derechos. Serán ellas y ellos, los próximos tomadores de decisiones.
Quienes han invertido a la niñez, son estados más prósperos económicamente, más justos socialmente y más estables políticamente, debido a que, al fortalecer el inicio del ciclo de la vida, sirve para construir los fundamentos de lo que puede ser una buena sociedad”.